La Ley 28/2022 de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, conocida también como ley de startups, fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 22 de diciembre de 2022. Esta ley tiene como objetivo principal reducir los obstáculos para la creación y el crecimiento de las empresas emergentes a través de medidas fiscales, mercantiles, civiles y laborales.

Entró en vigor el 23 de diciembre, pero las principales novedades fiscales y administrativas no han resultado aplicables hasta el 1 de enero de 2023. La norma busca fomentar el establecimiento de emprendedores y trabajadores de empresas emergentes en España, así como de los «nómadas digitales», es decir, aquellos trabajadores a distancia de diversos sectores y empresas.

Según la ley, se considera empresa emergente a aquella persona jurídica que cumpla los siguientes requisitos:

▪ Ser una empresa de nueva creación o tener menos de cinco años desde su inscripción en el Registro Mercantil o en el Registro de Cooperativas.
▪ La empresa no debe ser el resultado de una fusión, escisión, transformación, concentración o segregación de empresas que no tengan la consideración de empresas emergentes.
▪ No haber distribuido dividendos
▪ No estar cotizada en un mercado regulado.
▪ Tener su sede social o domicilio en España.
▪ Contar con un porcentaje mínimo de contratación laboral en España y desarrollar un proyecto de emprendimiento innovador con un modelo de negocio escalable.

Se establece que los incentivos y beneficios fiscales para las empresas emergentes y sus inversores no serán aplicables en determinadas situaciones, como cuando se deje de cumplir alguno de los requisitos establecidos o cuando la empresa sea adquirida por otra entidad que no sea una empresa emergente. También se establecen exclusiones para aquellas empresas fundadas o dirigidas por personas con antecedentes penales o que no estén al corriente de sus obligaciones tributarias y de Seguridad Social.

Ventajas fiscales más relevantes para las empresas emergentes

La ley ofrece ventajas fiscales significativas para las empresas emergentes. En cuanto al Impuesto sobre Sociedades y el Impuesto sobre la Renta de No Residentes, se reduce el tipo impositivo del 25% al 15% durante los primeros cuatro ejercicios en los que la base imponible sea positiva y la empresa cumpla los requisitos de empresa emergente.

Además, se permite el aplazamiento de la deuda tributaria en los dos primeros ejercicios en los que la base imponible sea positiva, sin garantías ni intereses de demora. También se elimina la obligación de realizar pagos fraccionados del impuesto durante los dos años posteriores a la obtención de una base imponible positiva, siempre y cuando la empresa mantenga su condición de empresa emergente.

En cuanto al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, se introducen exenciones y reglas especiales para los rendimientos del trabajo en especie derivados de la entrega de acciones o participaciones de una empresa emergente a sus trabajadores.

Igualmente se incrementa del 30% al 50% el porcentaje de deducción. por inversión en empresas de nueva o reciente creación y se aumenta la base máxima de deducción de 60.000 a 100.000 euros.

Además de las ventajas fiscales, esta ley también establece un procedimiento para validar el cumplimiento de los requisitos de empresa emergente y para la inscripción obligatoria en el Registro Mercantil o en el Registro de Cooperativas.

La Ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes contempla medidas laborales y mercantiles que buscan facilitar la creación y el desarrollo de estas empresas. Algunas de las principales disposiciones son las siguientes:

▪ Contratos de trabajo de carácter indefinido de apoyo a emprendedores: Se establece la posibilidad de celebrar contratos de trabajo de carácter indefinido de apoyo a emprendedores con empresas emergentes. Estos contratos ofrecen flexibilidad en materia de cotizaciones sociales y bonificaciones fiscales.
▪ Fomento del teletrabajo: La ley busca favorecer el establecimiento en España de emprendedores y trabajadores de empresas emergentes, así como de los «nómadas digitales». Se promueve el teletrabajo como una forma de trabajo flexible y se establecen medidas para impulsar su implementación.
▪ Simplificación de trámites burocráticos: Se introducen medidas para reducir la carga administrativa y simplificar los trámites necesarios para la creación y gestión de empresas emergentes. Se busca agilizar los procesos y facilitar el acceso a recursos y servicios.
▪ Fomento de la inversión en innovación: La ley promueve la inversión en proyectos de emprendimiento innovador a través de la creación de instrumentos públicos de apoyo. Se busca facilitar el acceso a financiamiento y promover la colaboración público-privada en el desarrollo de proyectos tecnológicos y de investigación.
▪ Colaboración público-privada: Se refuerza la colaboración entre el sector público y el sector privado para impulsar el crecimiento y la internacionalización de las empresas emergentes. Se fomenta la creación de ecosistemas de innovación y se promueve la colaboración con centros de investigación, universidades y otros agentes del sistema de innovación.

En resumen, la Ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, publicada en diciembre de 2022, introduce una serie de medidas fiscales, laborales, mercantiles y administrativas con el objetivo de fomentar la creación y el crecimiento de las empresas emergentes en España. Esta normativa busca reducir los obstáculos que enfrentan estas empresas, promover la inversión en innovación y fortalecer la colaboración público-privada. Además, se busca favorecer el establecimiento de emprendedores y trabajadores digitales en el país. Con estas medidas, se espera impulsar el desarrollo de un ecosistema emprendedor dinámico y promover la generación de empleo y la innovación en el sector empresarial.

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